Resulta que el legislador priísta Mario López Valdez cree que lo somos, y no sólo cree que lo somos sino que quiere nuestras huellas digitales y a menos que (dudosamente) la ley sea vetada por el ejecutivo, tendremos que poner nuestras huellas digitales, domicilio y otros datos adicionales que nos harán perfectamente identificables frente a los pillos de verdad que no cobran dietas.
Más grave aún es que tras del oligofrénico López fueron 88 legisladores más que no lograron conectar la neurona de guardia con la neurona funcional y votaron a favor de la iniciativa.
Lean esta joyita:
En México para el 2007 se pronosticó un total de más de 59 millones de líneas celulares, ése es el número de posibles armas a disposición de la delincuencia. Las compañías telefónicas no sólo lesionan la economía de los usuarios con tarifas tan altas, también ponen la tecnología al servicio de la delincuencia como un vehículo de agresión a la sociedad, y sin control alguno por parte del Estado, de los nombres y domicilios de los dueños o usuarios.
¿En que otra cabeza excepto la de un legislador cabe equiparar un celular a un arma? ¿Requeriremos en el futuro de un permiso de portación de celular -y el proporcionar datos lo es?
En serio, hay pendejadas sin límite en nuestro país surrealista.
Si al menos se hubiesen molestado en darse una vuelta por Google, verían que cualquier hijo de vecina puede descargar software de clonado de celulares, de manera que hasta un senador puede "fabricar" un número de serie de celular. Pero ¿Para que estudiar si ya son senadores? y lo que realmente agotan es el trasero en tan agotadoras sesiones legislativas.
Ciertamente el celular proporciona un gran anonimato y una movilidad extraordinara. Parte de las medidas de la legislación (obligar a los proveedores de servicio a proporcionar localización y deshabilitar efectivamente un teléfono robado) son muy razonables, sin embargo la "lógica" del registro ciudadano equivale a "fichar" a priori a los ciudadanos sin que medie delito previo. Bajo esa misma lógica algún otro idiota podrá proponer que nos encarcelen a todos y nos vayan sacando de la cárcel por eliminación.
¿Cuáles son las consecuencias de esta nueva ley idiota?
Más grave aún es que tras del oligofrénico López fueron 88 legisladores más que no lograron conectar la neurona de guardia con la neurona funcional y votaron a favor de la iniciativa.
Lean esta joyita:
En México para el 2007 se pronosticó un total de más de 59 millones de líneas celulares, ése es el número de posibles armas a disposición de la delincuencia. Las compañías telefónicas no sólo lesionan la economía de los usuarios con tarifas tan altas, también ponen la tecnología al servicio de la delincuencia como un vehículo de agresión a la sociedad, y sin control alguno por parte del Estado, de los nombres y domicilios de los dueños o usuarios.
¿En que otra cabeza excepto la de un legislador cabe equiparar un celular a un arma? ¿Requeriremos en el futuro de un permiso de portación de celular -y el proporcionar datos lo es?
En serio, hay pendejadas sin límite en nuestro país surrealista.
Si al menos se hubiesen molestado en darse una vuelta por Google, verían que cualquier hijo de vecina puede descargar software de clonado de celulares, de manera que hasta un senador puede "fabricar" un número de serie de celular. Pero ¿Para que estudiar si ya son senadores? y lo que realmente agotan es el trasero en tan agotadoras sesiones legislativas.
Ciertamente el celular proporciona un gran anonimato y una movilidad extraordinara. Parte de las medidas de la legislación (obligar a los proveedores de servicio a proporcionar localización y deshabilitar efectivamente un teléfono robado) son muy razonables, sin embargo la "lógica" del registro ciudadano equivale a "fichar" a priori a los ciudadanos sin que medie delito previo. Bajo esa misma lógica algún otro idiota podrá proponer que nos encarcelen a todos y nos vayan sacando de la cárcel por eliminación.
¿Cuáles son las consecuencias de esta nueva ley idiota?
- Los (miles) de establecimientos que venden equipos celulares tendrán acceso irrestricto a información personal, huellas digitales incluidas, de todos los usuarios de celular. Y además una correlación con el poder adquisitivo -no es lo mismo comprar los sobrantes de el modelo de hace 3 años que el último chirrido de la moda. Y el vendedor será conocedor además del tipo de pago que se haga (efectivo, crédito), de manera que al menos un criminal tendrá potencialmente a bajo costo información financiera y personal correlacionada, ahorrémosle trabajo.
- ¡Más robos de celulares! Desde luego. ¿Han tratado de reportar un celular robado? Al menos Telcel tiene una atención terrible -horas en el teléfono si no es en horario de oficina, o dejarlo todo para ir a una oficina de atención de Telcel, mientras que en las horas intermedias ya le pudieron dar "buen" uso al teléfono robado. De manera móvil, desde luego, para evitar que el provedor lo localice.
- Una mejora tecnológica en cuanto a clonación, desbloqueo y actividades anexas. Al menos esto contribuirá a generar trabajos para electrónicos y programadores que actualmente viven de taxistas, ambulantes y taqueros.
- Guardar cuidadosamente los chips viejos, usándolos de vez en vez para que no pierdan vigencia. Los chips que circulan actualmente serán una maravillosa fuente de ingresos.
- Mayor uso de teléfonos públicos y de telefonía IP con el proveedor basado en Rusia o China -previo pago anónimo en Paypal, claro. Y desde un cibercafé para que la policía tenga chivo expiatorio.
- Más autocomplacencia de los legisladores mexicanos, que de repente tienen una fiebre legislativa maniaco-compulsiva que los obliga a aventar iniciativas a lo pendejo sobre cualquier tema en una creciente demagogia. Y esto es más peligroso que los secuestros virtuales, ya que ésta es una ley que efectivamente nos secuestra.
¿Que tal si trabajaran? ¿Sería México un mejor país? Esperemos -lo cual dudo- que el ejecutivo tenga al menos un dedo de frente y vete otra ley idiota y onanista.
El problema es que, desde luego, nos seguimos dejando.